La
lepra era una enfermedad incurable para aquella época que solo se podía
solventar con los milagros de Dios.
La
vida de los leprosos era miserable. La sociedad los marginaba, y los hacía
alejarse del trabajo, los amigos y la familia.
Tenían
que vivir fuera de las ciudades y además tenían
que anunciar que eran leprosos.
Se
consideraban impuros.
Yendo
Jesús a Jerusalén, pasaba entre
Samaria y Galilea. Y al entrar en una aldea, le salieron al encuentro diez
hombres leprosos, los cuales se pararon de lejos y
alzaron la voz, diciendo: ¡Jesús, Maestro, ten misericordia de nosotros!”
Ante
cualquier problema los humanos recurrimos a Dios al igual que los leprosos
pidiendo misericordia.
Viéndolos les dijo: Id
y mostraos a
los sacerdotes. En el camino quedaron limpios.
Jesús les dijo que fueran a ver a
los sacerdotes, pues eran ellos quienes certificaban la cura.
Mientras caminaban se iban curando,
como buenos cristianos ellos obedecieron la Palabra de Dios. Mostraron su Fe.
Nosotros también cuando pedimos
ayuda obedecemos y somos aconsejados poniéndonos en manos del otro, creyendo en
sus palabras para llegar a la solución del problema.
uno de ellos, viéndose curado, volvió
glorificando a Dios a grandes voces, y cayendo a sus pies, rostro a tierra, le
daba las gracias.
Como fiel cristiano a cristo tras
ver que se había curado volvió en busca de Jesús para darle las gracias por lo
que había hecho.
Nosotros los hombres también deberíamos reconocer esa
ayuda, y deberíamos dar las gracias por esas acciones o consejos.
Tomando Jesús la palabra dijo: ¿ No han
sido diez los curados? Y los nueve, ¿dónde están? ¿no
ha habido quien volviera a dar gloria a Dios sino este extranjero? Y le dijo:
levántate y vete, tu Fe te ha salvado
Nosotros también le pedimos ayuda a
Dios y Él nos la concede.
Al igual que los otros nueve
estamos acostumbrado a recibir en cuanto pedimos algo y no damos nada a cambio.
Tenemos que reconocer que el mérito puede ser también del otro por haberte
ayudado.
Porque has creído te has salvado.
El verdadero cristiano es el que tiene
una relación con Jesús
Aceptar a Jesús como su Salvador personal
es poner su Fe y confianza personalmente en Él
REFLEXIÓN
Los nueve leprosos me
hacen pensar en la actitud y dicho de “si te he visto no me acuerdo”, esa actitud de pensar en sí
mismo que nos lleva hacia el egoísmo, y hacia la
ingratitud.
Todos los días suceden milagros
cotidianos,
todos los días sale el sol, nos despertamos, comemos, descansamos…en definitiva
vivimos. Y esa vida no depende solo de nosotros sino que también dependemos
de los demás,
de Dios, de quienes forman parte de nuestra vida: padres hermanos, médicos,
profesores… todos necesitamos de todos y hay que saber
agradecer a los
que nos sirven diariamente, hay que tener en cuenta los hechos y hay que saber
valorar…
TENER
UN CORAZON AGRADECIDO
¿Cómo trabajo con los niños?
En primer lugar responderíamos un
cuestionario acerca de la parábola.
¿Qué
hicieron los leprosos cuando vieron a Jesús? ¿Creéis que ellos sabían quién era Jesús y que ellos
creían en Él?
¿Qué
les pidió hacer Jesús a los leprosos para ser sanados?
¿Cuántos
leprosos regresaron para agradecer a Jesús? ¿Qué dijo Jesús acerca de los
leprosos?
También haría un experimento con
los niños los cuales durante una semana se comprometen a ayudar en todo lo
posible, ya sea en la escuela, en casa, haciendo la compra… (hechos de la vida
cotidiana).
Después al finalizar el experimento
les preguntaría a los niños si han sido, en todas las veces que han ayudado,
agradecidos por los demás, y qué han sentido ante las respuestas que han
recibido.
Para
terminar escribirán una nota de
agradecimiento a alguien, que podría ser su madre, padre, amigos,
vecinos, maestros…Y posteriormente enviársela al destinatario.
Estas tres actividades se dedicarían a los niños de la escuela primaria, en particular para el segundo ciclo.
Con ellos hacemos pensar a los
niños que las cosas no vienen por si solas y que hay que dar siempre gracias,
que no es algo del pasado sino que actualmente también se vive.
Reflexionamos sobre si ellos mismos
son como los judíos o como el samaritano y si de verdad agradecemos siempre.
Tienen que darse cuenta que siempre
habrá alguien como los judíos pero que también habrá gente como el samaritano.
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